EVA PONS

En la entrevista de este mes, patrocinadas por Liniarquitectura Menorca, conoceremos a una de las jugadoras que ha vestido más veces la camiseta de nuestro club, Eva Pons.

¿De dónde eres?

De Mahón.

¿Qué edad tienes?

Tengo 35 años, nací el 28 de abril de 1988.

¿Cuál ha sido tu vinculación con el deporte?

Siempre me ha gustado mucho el deporte y los valores que transmite. Recuerdo los inicios en el CD Alcázar de mi hermana mayor y yo no dudé en seguir sus pasos y al cumplir 6 años ya estaba jugando en el club.

¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción que te ha dado el deporte?

Sin ninguna duda, las amistades que he creado a lo largo de todos estos años.

¿Y decepción?

Para mi no ha habido decepciones sino experiencias mejores que otras. Las no tan buenas al final se han convertido en un gran aprendizaje en la vida.

¿Qué ha supuesto para ti jugar tantas temporadas en el CDAlcázar?

Un disfrute a la vez que una responsabilidad por intentar transmitir los valores que representa llevar la camiseta del club. Para mi el Alcázar es como mi segunda casa y en ella he podido pasar mucho tiempo con mis compañeras a la vez que practicaba el deporte que me apasiona. La suma de todo me ha aportado mucha felicidad a mi día a día.

¿Qué etapa te ha gustado más?

Todas las etapas que he vivido en el club han sido buenas y es difícil quedarse con tan solo una o destacar alguna por encima de las otras; no obstante, quiero destacar estas últimas temporadas pues estoy disfrutando más que nunca del baloncesto. Supongo que debe ser el ver todo desde otra perspectiva al ir cumpliendo años la cual cosa te permite canalizar mejor las frustraciones y ser más consciente de lo que haces y por qué lo haces.

¿Cómo ves la situación actual del baloncesto en Menorca, especialmente el femenino?

Sinceramente y me apena decirlo, la situación del baloncesto femenino en Menorca es mala. En la isla siempre ha habido pocos equipos en categoría sénior. A día de hoy no hay liga sénior provincial y en la liga balear en Menorca tan solo competimos nosotros y el Jovent.

¿Cómo va la temporada del sénior?

Creo que tenemos buen equipo ya que las jugadoras que han llegado han suplido a las que se han ido. A pesar de ello, el nivel de competición es bastante alto y nos está costando un poco más seguir el ritmo pero nos estamos esforzando al máximo para dar lo mejor de nosotras y hacerlo lo mejor posible.

A tu edad y con familia y trabajo ¿se hace difícil compaginar todo con el baloncesto?

La verdad es que sí es difícil con un trabajo a jornada completa, casa, dos hijos… Doy gracias a mi marido, mi gran compañero de vida, que me da el soporte que necesito. Uno de los problemas en el deporte femenino es que cuando llegamos a cierta edad nos vemos con el dilema moral a la hora de conciliar familia y deporte. Lamentablemente a día de hoy todavía hay una fuerte presión social y los roles de género y estereotipos de una sociedad patriarcal muy marcados.

¿Cómo ves al club a día de hoy?

Claramente la situación ha mejorado muchísimo desde mis inicios en el antiguo Pabellón Padre Petrus en donde entrenábamos en las pistas exteriores, con el suelo de asfalto, con pelotas deformadas, aros sin red y dos vestuarios diminutos para todos los equipos. No solo es palpable la mejora a nivel de instalaciones sino también a nivel profesional con unos entrenadores cada vez más y mejor formados que día a día demuestran su pasión por este deporte y compromiso por nuestro club.

¿Cómo ves el futuro del club?

Seguirá creciendo y destacando por su compromiso, dedicación y profesionalidad.

¿Qué les dirías a las familias que confían en nuestro proyecto?

Como madre y jugadora les diría lo que realmente importa es que sus hijos disfruten de este deporte y que no se preocupen porque el club siempre priorizará su bienestar y los valores del día a día para que el día de mañana tengan las suficientes herramientas para ir por la vida.

¿Y a nuestros jugadores?

Que aprovechen al máximo cada momento. Cuando somos adolescentes parece que el tiempo no pasa y de repente ya han pasado 15 años y aquellos maravillosos años ya son solo recuerdos. También les diría que la derrota es un aprendizaje y parte del juego y de la vida y que el trabajo de cada uno de nosotros es fundamental para formar el equipo. Sé que la adolescencia es complicada pero en concreto a las chicas les diría que dejen de esforzarse por gustar a los demás y que se quieran mucho a ellas mismas, tal y como son, ya que cada una de ellas es única e irrepetible y perfecta tal y como es.

Muchas gracias Eva por tu tiempo y tus aportaciones.